La era victoriana, que surgió durante el reinado de la reina Victoria, desde 1837 hasta el 1901, fue una época de reglas sociales bastante rígidas, aunque la gente igual encontraba formas de expresarse. Una de ellas fue mediante el lenguaje de las flores, también conocido como floriografía. Este lenguaje le asignaba significados a las flores y permitía a las personas utilizar las flores para enviar mensajes sin escribir sus sentimientos o pronunciarlos en voz alta.
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Esta práctica de enviar mensajes codificados fue alguna vez tan popular que los editores lanzaron diccionarios florales para hacer referencia a todo tipo de flores y sus significados.
Increíblemente en casi todas las casas victorianas había al menos uno de estos libros dedicados al lenguaje victoriano de las flores. Uno de esos libros es el Flora’s Dictionary, escrito por Elizabeth Washigton Gamble Wirt y publicado en el año 1832 por Baltimore. Elizabeth también incluyó referencias que se encontraban en prosas y poesías.
No existen dos de estos diccionarios de lenguaje floral que sean exactamente iguales, por lo que no hay garantía de que las flores transmitan los significados que el remitente realmente pretende. Sin embargo, hay algunos diccionarios que sí tienen cosas en común como, por ejemplo, las rosas que casi siempre significan amor, belleza o devoción.
El libro de Wirt dedica más de diez páginas a las rosas exclusivamente y sus diversos significados y formas; en su libro, una rosa blanca dice “soy digno/a de ti”.
Mira la siguiente selección de flores y sus metáforas correspondientes, según el libro de lenguaje victoriano de las flores de Wirt:
- Anémona: expectativa
- Crocus: alegría
- Camelia: lástima
- Margarita: inocencia
- Hortensia: ostentación
- Lavanda: desconfianza
- Hoja de roble: valiente
- Adelfa: cuidado
- Ranúnculo: estoy deslumbrado por tus encantos
- Romero: recuerdo
- Rue: desdén
Más allá de los tipos de flores, los colores y los métodos de presentación también han afectado los significados. La mano con la que se entregaban las flores, así como la colocación de las cintas en el ramo o ramillete, también podían alterar los significados transmitidos.
A medida que el lenguaje de las flores se hizo cada vez más popular, se volvió menos secreto.