Este verano también he estado en Reino Unido, el país de Harry Potter y de Benny Hill. Aunque voy bastante a menudo,  no porque seamaceteros blandos muy pija sino porque me sale más barato que ir a Granada, cada vez que voy descubro algo nuevo y eso me fascina. Esta vez estuve con mis amigos, los tres que tengo, haciendo un road trip por el norte de Inglaterra y llegamos a York. Una pequeña pero muy acogedora ciudad al norte de condado de Yorkshire. La ciudad tiene un estilo medieval, casas de madera, adoquines en las calles y una muralla que rodea la parte antigua de la ciudad y que aún hoy se conserva en perfecto estado.

Nos perdimos por las callejuelas y en una de ellas nos topamos con un cartel que decía Softpots, bajo él había una estrecha entrada hacia un patio lleno de plantas y flores que decía “free entrance”, y yo todo lo que sea gratis lo acepto. Aquello parecía el patio de las hadas. Había plantas de todos los tipos y formas, helechos, violetas, lavanda, flores del paraíso, cactus, etc. Todas ellas estaban en unos maceteros muy originales y diferentes, nada convencionales. Los maceteros eran de diferentes colores y algunos estaban decorados con lentejuelas, hilos de colores y piedras brillantes, un estilo a los Çim Adam de Turquía. Estaban hechos con medias de nylon sujetas a un aro de plástico que servía de abertura para meter la tierra y las plantas. Había maceteros que albergaban una sola planta pero también los había de dos o tres plantas que compartían la misma media con tres diferentes aberturas. Me pareció tan original y fácil de hacer que me puse a buscar información sobre este tipo de “maceteros blandos”.

 

Por lo visto todo surgió de una mujer llamada Annie, Anita para los amigos, que quería llevarse sus plantas de viaje porque no se fiaba de dejárselas a su familia, yo la entiendo porque como le dejes el cuidado de tus plantas a la persona equivocada a tu vuelta puedes encontrar que hay más plantas vivas en el Sahara que en tu casa. Anita se puso a pensar en cómo podía transportar las plantas en algún lugar más ligero que los rígidos maceteros y se le ocurrió hacer el ahora famoso Softpot, así de fácil. Yo, lo más original que he inventado es hacerme un vaso para beber con el culo de una botella de plástico.

Por lo visto este tipo de maceteros es mucho más cómodo para la planta, ya que las sustenta y no las oprime y también les da más libertad a las raíces, como si fuera una pareja ideal.    . Además de para las plantas, los softpots tienen muchísimas ventajas; no dañan el medioambiente porque se suelen hacer con materiales reciclados; son económicas y eso se agradece en tiempos de crisis ya que es una manera de dar salida a esas medias viejas con carreras que estamos a punto de tirar, o de esos hilos sueltos que no sabemos qué hacer con ellos, y ya no solo hilos y piedras se pueden decorar con monedas, botones o las cuentas de algún collar o pulsera que se nos haya roto y por último; hacer un softpot es utilizado como  instrumento terapéutico para tratar a gente con depresión y traumas. Parece que todos son ventajas, a ver si se me ocurre a mi otra idea tan genial.